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Harrison 1933, la coctelería de autor del grupo Larrumba

En tan solo unos meses Harrison 1933, el nuevo referente de la coctelería de la capital, se ha posicionado como un imprescindible dentro de la oferta madrileñacon una carta única que apuesta por los cócteles creativos y de vanguardia.

El coctelero madrileño Carlos Moreno, director de barra y coctelería del Grupo Larrumba y el Grupo Carbón, da rienda suelta a toda su creatividad y profesionalidad en este local, después de darse cuenta que el público disfrutaba cada vez más de un cóctel en algunos de sus restaurantes como Habanera, Perrachica o Carbón Negro. De ahí decidieron  apostar por una coctelería más seria y de autor, en un espacio dedicado única y exclusivamente a ella.

Carlos Moreno, director de barra y coctelería de Larrumba

El proyecto empezó a concebirse justo antes de la pandemia y del confinamiento. “Todo este tiempo nos dio la oportunidad de crear con calma la carta y aunque el concepto ya estaba más o menos decidido, no estaba definido. Sin duda, es una de las ideas más pensadas del grupo y a la que más tiempo le hemos dedicado”, explica Moreno.

CÓCTEL BOHEMIAN RAPSODY DE HOMENAJE A QUEEN

La búsqueda y el disfrute de la libertad es el punto de partida de Harrison 1933, honrando al año en el que los políticos Pat Harrison y Thomas H. Cullen sacaron adelante la firma de Franklin Delano Roosevelt para aprobar el acta de la Ley Cullen-Harrison que derogaba la Ley Seca, dejando así la puerta abierta para el consumo de alcohol en cervezas y vino de baja graduación. “Este momento indica el comienzo de la libertad y el dejar de esconderse para ser feliz, sin hacer daño a nadie. Que es justo por lo que abogamos”.

CÓCTEL LA PUERTA DE ALCALÁ EN HARRISON 1933

La carta de Harrison 1933 está concebida como un libro de varios volúmenes que se desvelarán cada nueve meses. El primer volumen y el que actualmente domina la propuesta, está inspirado en las Bellas Artes y cuenta con un apartado que relata la historia de cada uno de los 15 cócteles originales que lo componen. Así como sus ingredientes y el paso a paso de su elaboración, dejando a la vista el proceso completo que lleva a conseguir el perfecto trago.

CÓCTEL LA VUELTA AL MUNDO EN 80 DÍAS EN HARRISON 1933

Uno de los más especiales es Como el agua –con ginebra Tanqueray Ten, vermut Martini Ambrato trucado con caramelos de eucalipto y aceitunas, cordial de rebujito y bitter Al-Andalus–, una oda a la icónica canción de Paco de Lucía y Camarón de la Isla.

COMO EL AGUA, EL CÓCTEL ODA A LA MÍTICA CANCION DE CAMARÓN DE LA ISLA Y PACO DE LUCÍA

“Nuestros cócteles son un análisis personal y una expresión de los sentimientos que nos causan ciertas canciones, películas o cuadros”, detalla Moreno. “Al ser de Lucía un clásico del flamenco, la base primordial es la de un Gimlet; mientras que el segundo, siendo el que rompió con la tradición del flamenco y lo modernizó, inspira a sumar un punto rompedor con una puesta en escena en la que una silla se presenta sobre un tablao flamenco y junto a una falsa tortilla de camarones”.

CÓCTEL GUERNICA, HOMENAJE AL GENIO PICASSO

Otro ejemplo de este proceso creativo es El Guernica, una versión del Daiquiri cubano, cóctel emblema del país al que migraron miles de vascos y que se sirve con una paleta de pinturas que recuerdan a Pablo Picasso. “Sumamos también el dulce de Málaga, lugar dónde nació Pablo Picasso, humo de palo santo para emular los olores del fatídico día que inspiró a esta obra de arte, piedras de carbón que representan la pólvora y una rama de olivo que simboliza la paz deseada”, añade Moreno.

CÓCTEL FORREST GUMP QUE RECREA LA FAMOSA ESCENA DE «LA VIDA ES COMO UNA CAJA DE BOMBONES»…

El local que acoge a Harrison 1933 se divide en dos plantas. La de arriba recuerda a un sofisticado bar de un hotel en Las Vegas: elegante a rabiar pero muy acogedor, en el que lo más importante es la barra, pensada para que el cliente vea todos y cada uno de los movimientos del barman.

Abajo, el espacio es más bien parecido al de un loft industrial, con ladrillo visto, techo de moqueta y dividido en diferentes espacios –en los que se cuenta con sesiones de DJ’s y actuaciones en directo– y con una pequeña sala privada para eventos especiales.

Aunque en Harrison 1933 los protagonistas son los cócteles, también hay espacio para el placer gastronómico, con una carta breve, ligera y pensada para complementar a los protagonistas líquidos. He ahí la razón de ser de unas sardinillas en aceite de oliva alegre José Peña, ostras gallegas al natural, gildas, mollete de pringá y el éxito rotundo de la casa: un espectacular bikini con cecina.

C´cotel, Coctelería de Autor, Harrison 1933, Larrumba