Cata en Bodegas Valduero

Siempre es un placer volver a aquellos lugares donde se hacen las cosas bien hechas. Porque ese es el verdadero lujo en la actualidad, las cosas que se hacen con mimo y dedicación para conseguir la excelencia. Eso es lo que define a Bodegas Valduero.

VISITA Y CATA EN BODEGAS VALDUERO (GUMIEL DE MERCADO, BURGOS) 

Teníamos pendiente una visita a Valduero desde hacía tiempo y aprovechamos los días de verano para acercarnos hasta Gumiel de Mercado, en el corazón de la Ribera del Duero. No habíamos vuelto desde que elegimos los vinos para nuestra boda, y ya tocaba visitar la bodega de nuevo para ver las novedades de esta gran bodega, gracias al buen hacer de las hermanas Yolanda y Carolina García Viadero, dos mujeres que sienten pasión por lo que hacen y así lo transmiten en sus vinos.

Fue un día de verano, con las uvas Tempranillo en pleno “envero” y el espectáculo de los amplios viñedos en una de las mayores plantaciones “en vaso” de España. Allí nos recibió Arancha, sumiller de la bodega, que nos explicó con todo lujo de detalles el proceso de elaboración, desde la poda hasta que el vino sale al mercado.

Seguidamente pasamos los túneles donde elaboran el vino y realizan la crianza, unos 4.000m2 dedicados a la elaboración y a la crianza en barricas de roble de diferente origen, así como al botellero para hacer los mejores “reservas”.

El olor a mosto y a vino te envuelve nada más entrar. Se percibe la temperatura constante que necesita el vino para su crianza, alrededor de los 13-14º durante todo el año y una humedad del 65%.

Un mar interminable de barricas de diferente procedencia contiene el vino que va envejeciendo, entre el silencio, con un cartel que reza “Valduero, you are the one”. Efectivamente, Valduero es único.

De ahí pasamos al botellero, donde reposan los vinos de más de ocho años con un envejecimiento lento y reposado, para que el vino vaya a su ritmo, sin prisas, hasta que cojan la perfecta armonía que los caracteriza.

En esta zona fue donde conocimos Valduero Lantigua 1989, el vino más lujoso y exclusivo de Valduero, una edición limitada a 200 botellas, que es toda una reliquia nacida de racimos seleccionados de cepas viejas de Tempranillo. Ha sido calificado por el Master of Wine Tim Atkin con 97 puntos.

Seguidamente llegamos a “El Arte de Valduero”, una zona con luces de vivos colores donde encontramos diferentes piezas contemporáneas creadas a base de barricas que ya no se van a utilizar. Estas barricas, de diferente forma y originalidad, están realizadas por alumnos de Bellas Artes, presentados en un concurso creado por el prestigioso artista Antonio López.

Del arte del vino al arte de la creación más vanguardista.

Continuamos nuestra visita por las cuevas de paredes arenosas que aportan humedad y contienen las condiciones perfectas para los matices de la crianza del vino. En primer lugar, nos encontramos con botellas Magnum que reposan entre dos esculturas de ángeles que nos conducen hasta la Membresía la Tenada, un exclusivo club de grandes clientes donde se encuentran tapas de barricas firmadas por ellos, desde artistas de renombre a personajes célebres.

Y llegamos a La Tenada, una antigua casa de decoración rústica y acogedora, que consta de una gran cristalera que nos ofrece una espectacular vista panorámica de los viñedos de la bodega. Allí pudimos degustar un delicioso aperitivo, tres grandes vinos y una mejor conversación:

Valduero 100% Albillo, un vino blanco, floral, de intensidad aromática.

Valduero Crianza 2016, 15 meses en barrica y 12 en botella, aromático con notas a frutos rojos. Un vinazo.

Valduero Reserva 2012, de gran intensidad aromática, elegante, un vino redondo donde se aprecian matices a tostados y cuero.

 Unos vinos excepcionales que son un placer para los sentidos, creados con el máximo respeto a la autenticidad del terreno.

La altitud del viñedo, la climatología con bruscos cambios de temperatura en un mismo día y en ocasiones extrema, la no utilización de abonos químicos y la vendimia a mano de las uvas que reúnen las mejores condiciones, dan como resultado un producto de altísima calidad que siempre es un acierto.

Valduero, el placer de las cosas bien hechas.