El metaverso y el mundo del lujo
Existe un nuevo término del que habrás leído y escuchado mucho en los últimos meses, una palabra que está transformando el mundo digital y cuyas cifras de negocio comienzan a ser relevantes: el metaverso.
Junto al blockchain, que se han posicionado en los últimos años como un interesante filón de inversión y los NFT (non fungible tokens o activos no fungibles) que están revolucionando el mundo del arte, el metaverso se plantea como uno de los grandes avances tecnológicos de 2022.
¿QUÉ ES EL METAVERSO? ¿CÓMO PODRÍAMOS DEFINIRLO?
La verdad es que no es fácil, pero podríamos decir que es la combinación de dos palabras meta (más allá) y verso (universo), el siguiente nivel de internet, la web 3.0 y de las redes sociales, que va mucho más allá de una experiencia digital inmersiva y tridimensional y donde nuestra vida real confluye con la digital.
Para el sector del lujo, las posibilidades del metaverso son inmensas en cuanto a la posibilidad de ofrecer diseños disruptivos y experiencias inmersivas para los clientes. No hay semana en la que no se conozcan novedades acerca de iniciativas de las marcas de lujo en el metaverso. Y es que, Morgan Stanley calcula que el metaverso aglutinará el 10% de las ventas de lujo en 2030 que crecerá hasta 300.000 millones de dólares.
El mundo del lujo ha pasado de ser un término ligado al estatus social o el poder adquisitivo, a otra fase especial o aspiracional para, finalmente, considerarse como una experiencia que encaja en la pasión de alguien. Eso ha ocasionado que no sólo cambie el mundo en el que se vende el lujo, sino también el lujo que se vende.
Las marcas de lujo, y más concretamente en su proceso de transformación digital, fueron pioneras en contar algo distinto. Se dieron cuenta que el mundo virtual era una gran promoción para sus marcas y apostaron por ello. De repente, en videojuegos como Animal Crossing pudimos ver las colecciones de Marc Jacobs o Valentino o incluso una isla donde el actor Jared Letto hacía de anfitrión de Gucci. Mientras tanto, Burberry diseñaba dos looks para Honor of Kings, y la alta costura virtual entraba en Fortnite de la mano de Balenciaga.
Las colaboraciones de Balenciaga con Fortnite y Burberry con House of Kings
En este mundo en constante crecimiento, Ralph Lauren ha abierto una tienda en el mundo online de Roblox, una plataforma de videojuegos con casi 50 millones de usuarios activos al día o Philipp Plein, que ha pagado 1,2 millones de euros entrando en el metaverso Decentraland.
Prada es otra de las marcas de lujo que está apostando fuerte por el metaverso, en primer lugar, con Adidas, a través de una colección conjunta de prendas sostenibles y unisex en el metaverso, las “Pradidas”. Asimismo, su línea deportiva Linea Rossa está presente en el videojuego de deportes extremos Riders Republic, con atuendos y equipos virtuales.
Gucci ha lanzado su primera colección completa en NFT junto a Superplastic, una combinación de NFT y lujo de lo más cool.
No solo las marcas de moda han optado por el metaverso. Maison Henessy ha creado una nueva forma de apreciar el coñac con su NFT Henessy 8 para subastar o Lamborghini que ha subastado el primer NFT de su historia creado por el artista Fabie Oefner donde capturó más de 1.500 piezas individuales de un coche real con más de 600 millones de píxeles. ¿Qué precio pudo alcanzar en dicha subasta? No lo sabemos, pero hay que recordar que a mediados de 2021 el artista Beeple vendió una obra virtual o archivo NFT, en Christie’s por 69 millones de dólares…
Todo el auge del metaverso y los NFT, y más desde el anuncio de que Mark Zuckerberg, ha ocasionado que el lujo vea importantes oportunidades de negocio en el metaverso. Como ya hemos visto, el sector lujo ya genera la posibilidad de crear y comprar colecciones de moda NFT, vender sus productos en marketsplaces, crear desfiles en pasarelas virtuales, diseños a medida de prendas para videojuegos o showrooms virtuales.
¿EXISTEN RIESGOS Y DUDAS EN EL SECTOR DEL LUJO ACERCA DEL METAVERSO? ¿SERÁ APTO PARA TODAS LAS MARCAS DE LUJO O ALGUNAS NO ENCAJARÁN?
De momento, el principal conglomerado de marcas de lujo del mundo, LVMH, está desarrollando su propio programa de blockchain llamado Aura, aunque, de momento y según palabras de Arnault, no van a realizar acciones en el metaverso.
Sin embargo, habrá que tener muy en cuenta las importantes cuestiones jurídicas con las que tendrá que lidiar el metaverso, como, por ejemplo, a la relativa a la protección de datos, de consumidores, de derechos de imagen o de propiedad intelectual.
Hermès con los MetaBirkins, los NFT inspirados en el icónico bolso, ha emprendido acciones legales contra el creador de los bolsos virtuales, el artista Mason Rothschild, que llegó a producir más de 100 NFT inspirados en el Birkin que se vendían a través de un marketplace de compraventa de NFT donde los diseños alcanzaron cifras superiores al millón de dólares. En diciembre pasado fueron retirados después de que Hermès comunicara que no solo no contaban con su respaldo, sino que infringían los derechos de autor y de marca registrada.
Está claro que todos los cambios tecnológicos traen consigo una fase de escepticismo, de negación o incluso de resistencia al cambio. Todavía recuerdo artículos en la prensa en los que se afirmaba que muchas marcas de lujo no harían venta online y al final entraron, aunque algunas como Chanel o Hermès puedan permitirse el no vender online sus modelos más icónicos.
Se abre un mundo con un sinfín de posibilidades, aunque también de ciertas dudas. ¿El metaverso impactará en todos los ámbitos de nuestra vida? ¿Será el metaverso generacional o una cuestión transversal a la edad? ¿La realidad virtual será tan inmersiva que a muchas personas su realidad diaria les resultará tan aburrida que no querrán salir de lo virtual? ¿El metaverso sustituirá las relaciones personales?
Esto no ha hecho más que empezar, y solo el tiempo lo dirá.
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