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Canfranc Estación, lujo y tradición en el Pirineo aragonés

Con un destacado papel histórico durante la II Guerra Mundial y un enclave natural único en pleno Pirineo aragonés, renace la mítica estación de Canfranc en forma de hotel de lujo.

Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel, se ubica en la estación donde se encontraba la Estación Internacional de Canfranc, el histórico paso fronterizo que comunicaba España con Francia a través del Pirineo aragonés, inaugurada en 1928 y declarada Bien de Interés Cultural en el año 2002

El hotel, emblema del lujo contemporáneo, se presenta como la mejor opción para disfrutar de unos días de otoño en un entorno lleno de historia, tradición y recuerdos de la época dorada del ferrocarril de los años 20.

El proyecto de Canfranc Estación, ha estado liderado por Ilmiodesign que ha conferido personalidad propia a cada espacio, en los que el hilo conductor evoca a la época dorada del ferrocarril de los años 20.

Sin lugar a dudas, el lobby con las antiguas escaleras que antiguamente daban acceso a la estación y un gran mostrador reinterpretando las taquillas de las grandes estaciones del siglo XX, es uno de los espacios más singulares de este hotel.

Consta de 104 habitaciones desde las que disfrutar de unas vistas privilegiadas al Pirineo y que ofrecen una agradable sensación de confort gracias a, entre otras cosas, los cabeceros de terciopelo que recuerdan a los tapizados de los asientos de los vagones de los años 20.

Eduardo Salanova y Ana Acín son los responsables del proyecto gastronómico del hotel, que incluye El Internacional, el restaurante principal del hotel, que ofrece una experiencia gastronómica informal y divertida, y Canfranc Express, una original propuesta que fusiona el recetario tradicional aragonés con creaciones de vanguardia en el que el cordero del Pirineo es el protagonista.

El menú, maridado con los mejores vinos de ambas vertientes, es una reinterpretación de Salanova del menú que se sirvió aquel 18 de julio de 1928, fecha en la que se inauguró la Estación Internacional de Canfranc.

Inmersos ya en el otoño, se trata de un lugar perfecto para una escapada  con una situación geográfica única, al lado del Camino Francés, y con una localidad, Canfranc, que posee un centro histórico declarado Conjunto Histórico Artístico. Además, su naturaleza fronteriza y climatología permiten, además de disfrutar del paisaje, realizar actividades en la nieve como esquí alpino, snowboard o esquí, aprovechando también la cercanía con las pistas de Astún y Candanchú.

Sin duda, un lugar perfecto para una escapada de lujo llena de historia, gastronomía y tradición.

Información y reservas: Aquí

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