ESCAPADA A BIARRITZ

Poco queda ya de su pasado medieval de pueblo pesquero y de cazadores de ballenas, y es que Biarritz sigue manteniendo el esplendor que alcanzó en el siglo XIX y que continúa siendo el destino vacacional por excelencia del País Vasco francés, para los amantes del buen gusto y del surf.

“Cuando alguien duda entre dos playas, una de ellas es siempre Biarritz” Sacha Guitary

¿DÓNDE DORMIR?

Si hay un hotel de lujo que define lo que fue y es Biarritz, es el Hôtel du Palais, el mejor hotel de la ciudad y uno de los mejores hoteles de lujo de Francia. Este establecimiento único situado en plena grande plage, mantiene un acertado gusto por lo refinado y lo exquisito lo que le convierte en el lugar perfecto para disfrutar de un ambiente lujoso y hedonista.

Este hotel, que tiene la categoría “palace” (pocos hoteles en Francia tienen tal distinción) fue mandado a construir en 1854 por el emperador Napoleón III como regalo para su esposa, la española Eugenia de Montijo. A dicha residencia de verano la bautizaron como Villa Eugenie y durante 16 años, con sólo un par de excepciones, la pareja imperial nunca faltó su cita veraniega con Biarritz. A partir de 1893 se transformó en Hôtel du Palais. Fue hospital durante la primera guerra mundial, sufrió el crack del 29 y la ocupación alemana durante la segunda guerra mundial. Con el paso de los años, sobrevivió, volviendo a ser el escenario privilegiado y elegante que sigue conquistando a gente de todo el mundo hasta hoy en día.

El Hotel cuenta con 153 habitaciones, incluyendo 30 suites, con mobiliario estilo Segundo Imperio para sentirse en la misma época que Napoleón III. Sus habitaciones más importantes llevan el nombre de los ilustres visitantes que han pasado por el hotel, desde Alfonso XIII, o Winston Churchill, pasando por Frank Sinatra o Romy Schneider. Tiene una gastronomía de lo más recomendable con 3 restaurantes, siendo Villa Eugénie, el más elegante, con una cocina internacional y toques modernos.

¿Lo mejor? Pedir una mesa junto a la ventana, cenar pronto y contemplar el atardecer mientras se disfruta de una cena exquisita.

Otro de los tesoros del hotel es el fabuloso Imperial Spa, una auténtica oda al bienestar para revitalizar cuerpo y mente, donde disfrutar de tratamientos, de sus instalaciones acuáticas como su  piscina interior de quince metros, gimnasio y un salón de peluquería.

Como no podía ser de otra forma, los productos del Spa son de la prestigiosa marca Guerlain ya que dicha marca fue la encargada de realizar, a petición de Napoleón III y como regalo de boda a Eugenia de Montijo del Eau de Cologne Impériale, que sigue siendo una de las aguas de colonia más vendidas del mundo.

El hotel se encuentra a 2 minutos a pie del casino de Biarritz y a 10 minutos del centro de la localidad. El campo de golf Biarritz-Le-Phare se encuentra a 10 minutos en coche, y el aeropuerto de Biarritz-Anglet-Bayonne está a 3 km del Palais. Como el excelente hotel de lujo que es, cuenta con la posibilidad reservar coches de lujo o limusinas, con o sin chofer, reservas VIP de partidos de pelota vasca, de green fees para el campo golf o recomendaciones y reservas de restaurantes.

¿QUÉ HACER EN BIARRITZ?  

Recomendable pasear por la Grande Plage de principio a fin, hasta llegar al puerto de pescadores, y así poder ver el Casino o la iglesia de Santa Eugenia.

Si no tienes vértigo, y si el mar no está muy revuelto, te recomiendo ir hasta la Rocher de la Vierge para pasar por el puente que mandó a construir Napoleón III y que fue realizado por Gustave Eiffel. También recomiendo visitar el Faro de Biarritz, por sus espectaculares vistas panorámicas. Si no quieres subir hasta el faro, las vistas desde la propia explanada del faro también valen la pena, al igual que ver la puesta de sol en la Rocher du Basta.

¿QUÉ COMPRAR EN BIARRITZ?

Las mejores calles para ir de compras son Rue Mazagran, Rue Gambetta, Rue du Port-Vieux, o la Place Clemenceau. En esta zona tienes las míticas galerías parisinas Galeries Lafayette, no tan grandes como las de París,tiene unas boutiques y corners muy interesantes.

Para los amantes de las alpargatas, hay una tienda ideal que se llama “Les Sandales d’Eugenie Pare Gabia” en la Rue Mazagran y que no deberíais dejar de visitar. Para quienes tengan predilección por la ropa vintage y los objetos curiosos, Kikiritz en Rue Lahontine es vuestra tienda. Si adoras los productos gourmet de calidad, te recomiendo comprar algunas de las delicias que podrás encontrar en Maison Arostéguy, en la Avda. Víctor Hugo. Para tomar un chocolat chaude avec chantilly, nada mejor que acudir a Pâtisserie Miremont, que era la preferida del rey Alfonso XIII situada en la Place Georges Clemenceau. Y en la Place Bellevue, no os olvidéis de comprar en Pariès Biarritz los Kanougas y Mouchou (que son los macarrons de la zona, ya que los macarrons fueron creados en San Juan de Luz, no en París)

Si después de tantas compras necesitamos comprar más maletas o bolsas de equipaje, podemos ir a Goyard o Hermès, quien recientemente ha reformado su boutique y que vale la pena visitar, y, además, está situada frente al Hotel du Palais,

¿DÓNDE COMER?  

 Un clásico es Chez Albert. Está en el puerto de pescadores, entre la Plage de la Côte Basque y la Grand Plage y es uno de los restaurantes más aclamados de Biarritz por sus pescados y sus fuentes de mariscos. ¡Delicioso! Está decorado en plan marinero, conviene reservar porque tiene mucho reclamo. Como postre, que no se os olvide probar la tarta de fresas, porque está espectacular. Otro clásico que nunca falla L’Impertinent, un restaurante elegante y de trato exquisito ubicado en el 5 de la rue d’Alsace. Impresionante el menú degustación de 7 platos, poseedor de una estrella Michelin.

Otro sitio obligado es Le Comptoir du Foie Gras, en la Rue des Halles. Está al lado del mercado y es el típico bar donde se reúne la gente para tapear, tomarse unos vinos, ver y ser visto. Ponen foie en diferentes versiones y está buenísimo. Para quién no le guste el foie, tienen tapas de quesos, también exquisitas. También vale la pena acudir al Mercado des Halles, sobre todo si os gustan las ostras acompañadas de un vino blanco.

¡A disfrutar!